lunes, 5 de agosto de 2013

Entrevista a Susana Aguado, ex entrenadora de Cestoball Córdoba de Corrientes y de la selección provincial. Por Gonzalo Contreras


Entrevista de Gonzalo Contreras (podes seguirlo por twitter en @gonzalocontra) en el Diario Epoca a Susana Aguado, ex entrenadora de Club Córdoba de Corrientes y del Seleccionado Mayor de esa provincia.



HISTORIA DE UNA FORMADORA
Susana Aguado: “El cesto es una pasión en Corrientes”

Es una de las referentes más importantes de la disciplina en la ciudad y en la región. Contó su historia, desde que era jugadora de básquet pero la presión por no poder ser igual que su madre en ese deporte la llevó a optar por una disciplina que descubrió de joven y no la dejó más. 

Susana Aguado es una persona apasionada por el deporte pero en especial por el cestoball. Tal vez no sea una actividad masiva, ya que en la ciudad tiene cerca de quinientas jugadoras, pero le sigue poniendo el cuerpo y el corazón, como en 1986, cuando empezó a enseñar, según le contó a época.

Mucho antes, tuvo una vasta experiencia como jugadora, tanto de “pelota al cesto” como de basquetbolista. Es que, como ella misma lo cuenta, “somos una familia de deportistas” y mientras recuerda a su madre, María Nélida Cuevas, quien era una buena anotadora en el básquet femenino de Hércules; y a su padre, Raimundo Aguado, quien jugó en la misma entidad, en AMAD de Goya y también al fútbol en Central Goya y Huracán Corrientes.

Incluso esa memoria de otros tiempos la lleva a recordar el momento en el que se volcó por el deporte que hoy en día tanto la atrapa: “Sentía mucha presión por no poder ser tan buena como mi madre y me lo hacían saber. Por eso dejé el básquet femenino”.

Hoy, tal vez, y a pesar de haber realizado una buena tarea al frente del seleccionado de Mayores en La Pampa 2013, Aguado no pasa por un buen momento. Es que estando en aquellas tierras se enteró que ya no seguiría trabajando en el club Córdoba, al que había llegado hace cinco años.


No quiere hacer referencias sobre el tema pero el presente le pasa factura a cada rato. Por eso trata de menguar ese dolor con la posibilidad que suene el teléfono con otra chance en algún club. 

El Campeonato Argentino, además, dejó la convocatoria de tres jugadoras a la Selección Nacional como Gloria Segovia, de Regatas, y las hermanas Valeria y Juliana Miño – sus hijas- “que hoy por hoy están sin club”.

Igualmente, tan sanguínea como es, no se achica y -entre sus fuerzas arrimadas por ese carácter rígido y la pasión por el cesto - grita a los cuatro vientos que si no consigue trabajo va “a buscar un terreno, sea donde sea, pondré dos cestos y tendré gente”, desafía mientras se quiebra su voz y se humedecen sus ojos.
  

-¿Puede mencionar su trayectoria como jugadora?
A los 15 años comencé a jugar los intercolegiales e integré la selección de Corrientes. Entrenábamos en la Escuela Normal (Juan Pujol) y en el club San Martín. Siempre fui jugadora de la Normal; después llegué a jugar en Huracán y San Martín. Jugué campeonatos argentinos con la selección correntina y a los 19 años integré la selección argentina, viajamos a difundir el deporte a Bolivia, Chile, Perú, Paraguay y Brasil.


-Además jugó en la Selección…
Jugué desde los 14 hasta los 36 años en la Selección de Corrientes, con paréntesis. Incluso en Villa Mercedes, San Luis, fue mi último Campeonato Argentino que fui como jugadora y entrenadora. 
He salido campeona con Huracán, donde participé en Liga, tanto en Cadetes como Mayores; igual que en San Martín, salí campeona varias veces, también participé en Liga Nacional.
En el club Córdoba también empecé de cero y fuimos a Liga de Cadetes y el año pasado empezamos la primera Liga de Mayores.

-Y como entrenadora, ¿cuáles fueron sus pasos?
Me inicié en 1986 en el club Huracán con la escuelita que me dio la Confederación Argentina. De ahí me fui a San Martín desde 2004 hasta marzo de 2008. En abril de ese año comencé en Córdoba, hasta hace unas semanas.

-¿Y qué piensa hacer?
Ahora estoy esperando, voy a ir a ver a unos clubes. Tengo cien jugadoras en la calle porque no quieren ir más a su último club. Yo estoy tranquila porque son los padres los que nos defienden. Siempre desde cero: en San Martín junté alrededor de ciento cincuenta chicas; este año cerca de cien en Córdoba.

“Este fue mi último Argentino”

Luego de contar esa rica trayectoria como jugadora y entrenadora de este deporte, fue el momento de hacer un balance de lo realizado por las selecciones correntinas en el Campeonato Argentino de La Pampa, que finalizó hace dos semanas. 
Realzó lo realizado por la categoría mayores que ella dirigió, pero prefirió no referirse al resto de las delegaciones correntinas.

-¿Puede hacer un balance de la Selección correntina en las tres categorías que participaron?
No quiero opinar de las otras categorías. Te hablo sobre la mía: muy buena. Las chicas dejaron todo en la cancha. Por primera vez Capital Federal no nos gana por 40 o 50 puntos de diferencia; nos ganaron 46 a 40. Fuimos ganando todo el partido pero nos pasaron en el minuto final. Al otro día jugamos contra Santiago del Estero y nos faltaron piernas, resto físico, porque jugábamos a la mañana y a la tarde. Pero estoy muy contenta, fue un grupo muy lindo, no hubo discordia. 

-En medio del torneo se enteró que la habían desplazado del club Córdoba… 
Inclusive me preguntaban qué me pasaba, porque no gritaba en los partidos, pero era porque tenía la preocupación de esto (de su despido del club Córdoba). Tenía la preocupación por las nenas, que es lo que me importa, entonces estaba en otro mundo. Trataba de concentrarme a la hora del partido, pero a la noche no dormía.

-Entonces, ¿cómo vivió el torneo?
Muy lindo y a pesar que todos los años digo lo mismo, este fue mi último Argentino. No voy más. Tengo prohibido por mis hijas. Tras el Argentino, tres chicas quedaron en la Selección: Gloria Segovia de Regatas, Valeria Miño y Juliana Miño que ahora están sin club.


Evidentemente, Aguado no tiene buena relación con la Federación Correntina. Por eso, solo menciona a quienes están a cargo, pero no va más allá.



-¿Quiénes están a cargo?
Eso quiero saber también. Sé que la presidente es María Luisa Brun y la secretaria era la hermana. 

-Con todo esto, ¿cómo ve al cestoball en Corrientes?
Hace 27 años que soy entrenadora. Veo que estamos estancados, hice todo lo posible para traer gente para que el cesto crezca. Traje a Vélez, con ellos no hubo problemas. Traigo gente para poder salir adelante pero como “uno no es de la Federación”, no es nada, soy entrenadora nada más. A veces no sé el motivo del por qué no te dejan.

-¿Cuántos clubes son?
Los clubes, siempre sale uno, entra otro, no se suma. Somos cuatro o cinco. Ahora dice que se va a sumar Colón. Córdoba va a seguir, van a haber entrenadores, en ningún momento les dije a las chicas “vamos conmigo”, la decisión fue de ellas. No me gusta sacar jugadoras, me gusta empezar desde cero, hacer jugadoras a mi gusto y paladar. Ahora vino una chica de Regatas, Milagros Díaz, que empezó a los 7 años conmigo. Hay chicas que tenía en Córdoba que ya eran de Huracán y ellas sí me seguían.

-Por su experiencia, ¿qué se debe hacer para que crezca la disciplina?
Para mí, tiene que haber más difusión, nos fuimos a un Campeonato Argentino en La Pampa y no salió en los medios que estábamos allá. También nos falta competencia, porque a nuestro alrededor no hay. 
Para competir tenemos que ir a Buenos Aires o Santiago del Estero y para eso se necesitan recursos. Ahora, gracias a Dios el Gobierno nos dio el colectivo porque si no nos daba no nos íbamos. Todas las chicas se pagaron la comida, el alojamiento, la habilitación… una por una, hasta los entrenadores.

-¿La Federación aportó algo?
Nada. El motivo no lo sé. Nunca cobré, lo digo ya para que después no salgan a decir otra cosa: jamás me pagaron. Por eso mis hijas no quieren que agarre porque pierdo ahí.

-El cesto también se practica en los colegios…
El cesto es una pasión que gusta muchísimo en Corrientes. Es un deporte muy lindo para la mujer, más lindo que el básquet femenino y más como se juega ahora porque en mi época “la pelota al cesto” era muy estática. Es muy lindo deporte.

-¿Lo recomienda como deporte?
El básquet puedo enseñar cinco minutos y me voy, no puedo; pero el cesto, yo me encerraba en el club desde las 17 y hasta las 23, y ni al baño me iba porque estoy encima de las nenas.
Tengo la satisfacción que varias de mis jugadoras estuvieron en la Selección argentina como Silvia Gómez, después estuvo Milagros Díaz, Mariana Moreyra. Eran mis jugadoras. Me decían que no ponga mis jugadores pero si ven el plantel, por más que estén jugando en San Martín, pero yo las hice de chiquita.
Mi satisfacción son las jugadoras, los padres. Cuando me echaron del club recibí mucho apoyo. Los del club tendrán su verdad y yo la mía. No voy a salir a enfrentarme, no vale la pena, pero estoy contenta porque los padres saben, me acompañan y siempre están conmigo.

-¿Seguirá enseñando?
Sí, siempre digo que en mi vida hay dos cosas importantes: mi familia y el cestoball. He dejado todo, tanto como jugadora como siendo entrenadora. Siempre me he peleado en mi familia por culpa del cesto. En Huracán trabajé 9 años, en San Martín 14 y en Córdoba 5, y jamás falté. Nunca les dejé solas a las nenas, siempre estuve presente. Y cuando doy algo, doy todo, y cuando digo “voy a ir, voy”. Digo sí o no.

-¿Cuántas jugadoras practican el cestoball?
En cada categoría deben haber 100 jugadoras, o sea que en total habrá unas 400 o 500. Hay equipos que tienen menos.

-¿Qué cosas se pueden hacer para que se potencie la disciplina?
Hay que difundirlo más, salir al interior. Yo salí, con el Gobierno me fui, difundimos, le gustó a las chicas. Eso, que nosotros abrimos el paso al interior, creo que la Federación debería seguir y mandar, por ejemplo, a Regatas que vaya con todas las categorías a Goya. Que las chicas paguen su pasaje y que allá les den el alojamiento, la comida. En General Paz hay cesto, pero nosotros siempre estamos sacando jugadoras de Capital para la Selección. ¿Por qué La Pampa y otros tienen buen equipo? Porque sacan del interior de la provincia, acá falta competencia.

-Falta difusión…
Sí, nos fuimos a La Pampa y nadie sabía. Este año se sumó en el Argentino, ahora fuimos siete equipos  en Mayores, seis en Cadetes y seis en Infantiles.

-¿El déficit está también en otras provincias?
Ahora estuvieron hablando con la Confederación y le dio una opción a todas las selecciones para que salgan a jugar, por ejemplo: la Selección de Corrientes puede ir a Chaco o Misiones que no tienen cesto. Aparte, acá en Corrientes, soy la única entrenadora. Hay que hacer curso de entrenador y de árbitros. Hay que hacer cursos. Quiero saber si en otros clubes realmente hay entrenadoras. Hay que hacer tanto entrenadores como jueces para que el deporte siga adelante. 
Fuimos a jugar el Argentino y eran principiantes los jueces. Creería que si se hacen cursos de entrenadores, como en el básquet que tienen su carnet de primer nivel, segundo, tercero, y es más respetable.

-¿Usted hizo cursos?
Hice cursos en el CENARD, comenzaron a hacer en otras provincias pero creo que ahora la Confederación tiene buenas ideas para que salga adelante el cesto. Ahora en Villa Mercedes, San Luis, se hace un U-17 y las selecciones mayores van a salir a jugar al interior, y también van a ir a Neuquén. Córdoba se sumó este año, están entusiasmados, dicen que van a trabajar para seguir. Ojalá se sumen, Misiones también tiene pero les salió muy caro el viaje, no cuentan con recursos. Creo en la Confederación porque hablaron muy bien del cesto y por lo menos este año, algo ya hicieron.

-Puede definirse como persona, como entrenadora…
Todos tenemos errores como personas. Como entrenadora enseño todo, quiero que las chicas tengan técnica. No soy mala - como dicen-, solo soy exigente. Me gusta enseñar y que hagan en la cancha lo que uno enseña.

-Es sanguínea según se ve.

No me gusta la soberbia ni la prepotencia. Lo único que les digo, ya que ahora salen y dicen cosas, no sé cómo van a tomarme los demás clubes; no tengo problemas: voy a buscar un terreno, sea donde sea, pondré dos cestos y tendré gente. Un terreno o en la plaza, lo que no quiero es buscar club que sea político, no quiero, pero lamentablemente todo es así. Yo estoy tranquila y lo único que les pido a los clubes es que valoren mi trabajo que, en este momento, tengo cien nenas que están esperando dónde ir.

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